Es un recurso en el que se trabaja en la mejora de la relación entre los padres separados, con la finalidad de mejorar la calidad de vida de los hijos comunes que se encuentran inmersos en el conflicto de sus padres. Es un enfoque fundamentalmente práctico que pretende la mejora de la comunicación y el trato entre los padres para poder llegar a acuerdos centrados en las necesidades de sus hijos.
La intervención puede darse desde el ámbito privado o desde la designación desde el Juzgado, colaborando con los representantes legales implicados en el caso.
Actualmente colaboro en un proyecto de investigación sobre la coordinación de parentalidad que se está llevando a cabo en la Región de Murcia.
Alguna de la metodología de trabajo consiste en:
- Sesiones individuales para trabajar las dificultades personales relacionadas con el conflicto parental.
- Sesiones conjuntas para trabajar en la resolución de problemáticas, llegar a acuerdos y mantener a los hijos fuera del conflicto.
- Evaluación a menores si fuese necesario, brindándoles el apoyo y herramientas para mantenerles fuera del conflicto parental.
- Seguimiento continuo de las problemáticas surgidas, con la finalidad de utilizar este recurso en su resolución.